El ser humano a escala cósmica es uno con el todo, y a una escala más simple y ordinaria para nuestra propia comprensión, es un conjunto diversificado, el cual no se basa en un grupo simple de partes concretas, lo cual se podría asociar al cuerpo, no bastando la asociación, pues este también es una estructura compleja y organizada que se interconecta con emociones, pensamientos, condiciones externas, y demás.

El ser humano aún tiene dimensiones que no han sido muy exploradas, y que hoy por hoy, se busca comprender desde la ciencia lo que especialmente atañe al alma, conocimiento que desde ciertas tradiciones místicas, sí se ha explorado desde un silencio contemplativo que permite sus manifestaciones, especialmente en el propio cuerpo.

Para darle un orden a ese conjunto de dimensiones, comencemos por reconocer que el cuerpo es el templo del Alma, el cual realiza sus obras en el mundo que habitamos, de donde surge la consciencia colectiva, y con esto a su vez pensamientos y emociones, producto además de un sistema de creencias y sentimientos que tenemos instaurados; comprendiendo esto, vamos a centrarnos en que el cuerpo, que es lo que más percibimos con el mundo de nuestros sentidos, es parte del todo vital que nos habita.

cosmovisión-para-la-salud-vitalmente-magazine-artículoCada vez que realizamos una acción, hay un conjunto de dimensiones que se expresan, por ejemplo si hacemos un movimiento muy rápido y sólo hay pensamiento en la técnica corporal aprendida, la mente se toma el cuerpo y hasta puede reflejar a través del lenguaje corporal el exceso de mente, lo cual puede llevar a experimentar un vacío que viene más tarde cuando el cuerpo entra en reparación, y es porque falta alimentar una parte: el alma pide consciencia al realizar cada movimiento,  pide sincronización con la respiración, sabiduría y receptividad para desde el amor conocer los límites y saber que puede con toda seguridad hacer más, pero progresivamente.

El Dr. Ricardo Cruz, afirma que “El Alma es la sustancia espiritual e inmortal que informa al cuerpo y constituye la esencia del ser humano. El momento en que el alma informa al cuerpo se denomina Animación”[1], con esto más claro, podemos decir entonces que nuestro cuerpo depende del espíritu siempre, por eso si el ejercicio es disciplinado y se entrena con determinación, se avanza en una parte importante del cultivar el espíritu; ahora imaginemos, ¿qué pasaría si ha esto se agrega más conexión y profundidad para permitir comprender toda la maravilla de la existencia que ocurre dentro nuestro?, ¡eso nos haría sentir más vibrantes y más disponibles a la liberación de la verdadera esencia!.

Tener una cosmovisión que no sólo sea una forma de interpretar el mundo se hace fundamental para sostenernos y nutrirnos a niveles insospechados, para esto el Yoga y la Astrología, pueden ser un buen complemento para consolidar la comprensión de la existencia.

Yoga es unión de cuerpo, mente y espíritu, en donde el primero juega un papel importante paracosmovisión-para-la-salud-vitalmente-magazine-artículo-002 dejar memorias corporales que permitan un fortalecimiento del ser en sus diferentes esferas, lo cual es muy útil a la hora de enfrentar el día a día, y esto no sólo se logra mediante el conjunto de asanas-posturas, se hace mediante los ejercicios de respiración, la meditación y toda la sabiduría que ofrece este saber milenario.

Por otro lado, se encuentra la astrología, conocimiento igualmente antiguo que permite trascender los mitos que nos atrapan y nos limitan, desde el reconocimiento de los arquetipos o modelos que guían nuestra vida, los cuales se leen a través de la herramienta de las cartas astrológicas que no son más que un mapa de cómo están los astros en un momento determinado de nuestras vidas, siendo la más común la Carta natal, huella digital cósmica de una persona.

Comparto que gran parte de mi cosmovisión como terapeuta se basa en estos saberes ancestrales complementarios y reconocidos como AstroYoga (clic), en donde uno aporta una intención clara para que el cuerpo, como lo digo en mi clases, manifieste las obras del alma, y con esto no evadir ni distraerse ante las preguntas fundamentales y el afrontar los problemas que la vida presenta, evitando que se traduzca en enfermedades físicas que se pueden experimentar  cuando la mente no es capaz de responder las inquietudes naturales de la existencia, por eso es importante el trabajo interior y es fundamental entrar en intimidad consigo para trabajar lo que se lleva dentro, pues somos seres en evolución.

Alejandra cárdenas

Socióloga

Terapeuta holística desde el yoga y la astrología

Conoce más ingresando a AstroYoga

[1] Cruz-Coke Madrid, Ricardo. (2002). ¿Desde qué momento hay alma en el embrión humano?. Revista médica de Chile, 130(5), 590-592. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872002000500016